sábado, 18 de mayo de 2013

Roma:ciudad felina


Roma es una ciudad profundamente felina: están en todas partes, especialmente en el Coliseo. Y se los quiere y se los mima. Y hay vecinos que se encargan de dar de comer a los mininos de una calle. Si van a Roma, no dejen de admirar sus gatos. Que son chulos y orgullosos. Nada de la loba de Rómulo y Remo: ahora reinan los gatos.


Mi gata amada y perdida

Fuistes mi fiel compañera desde que apenas eras un proyecto de la maravilla en que te convertistes. Siamesa de rabo truncado. De ojos azules insondables. Curiosa como todos los gatos. Pero tú lo eras más. Dueña y guardiana de mis sueños. Supongo que si hay un cielo tú estás allí, en el paraiso de los gatos de Bastet. ¿Sabes?, sigues conmigo, mi maestra de zen, de yoga, de artes marciales. La prima ballerina cotidiana. Silenciosa como los espejos. Maulladora desgarrada cuando te daba la gana. Y me despertabas al amanecer. Y me obligabas a seguir tu ritmo de siestas y vigilias. Jugabas con el ratón de un sufrido 486. Mi cibergata digna de un manga. Mi vida contigo fue una suerte de constante asombro. Gracias. Bruuu, meww.