Tuve un gato negro resentido y muy arisco que unicamente yo podia acariciar, y eso cuando a él le daba la gana. Tal vez de pequeño fue maltratado. No sé. Igual era su espíritu rebelde. Lo nombré Miseria. Y venía corriendo cuando yo emitía un ridículo "Misery". Miseria nunca consintió en llevar collar con cascabel. Toda una ofensa a la dignidad felina. Recuerdo con inmenso agradecimiento todos los gatos que han pasado por mi vida y me han permitido compartir su amistad. |
Desde hace millones de años, los gatos interesamos a los humanos. Nos han adorado como dioses. Pero también se nos ha perseguido en épocas de oscuridad e ignorancia. Muchos poetas ilustres han cantado nuestra gloria.Y todas las artes humanas celebran la figura del gato. Mi diario es muy modesto. Sólo pretende acercar a los pensantes mamíferos de dos patas a nuestro reino felino.
lunes, 1 de octubre de 2012
Jeanne con gato negro
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario